El Centro de Interpretación Cultural de Hornachuelos ya cuenta con imagen que será la marca que representará a este centro de interpretación de la Cultura y la Historia de Hornachuelos, situado en la antigua Posada de Arrieros, edificio declarado Bien de Interés Cultural.
Una mirada al pasado para entender el presente y proyectar el futuro de Hornachuelos, con ese concepto Antonio Lopera presentó su propuesta dentro del concurso organizado por el Ayuntamiento de Hornachuelos con la intención de crear la identidad Corporativa del Centro de Interpretación Cultural de Hornachuelos. Y resultó ser el ganador entre una quincena de proyectos recibidos en el consistorio.
El CEICUH verá la luz en breve, en la posada. El edificio dará cabida al “museo de arrieros” por el uso que ha tenido en un pasado el lugar y se dispondrá además de una sala denominada “Arte meloja”, que albergará entre otras cosas las exposiciones de arte de todos los artistas locales que quieran presentar sus obras. Actualmente se está trabajando en la dotación del material a las instalaciones que llevan abiertas algo más de un año y medio tras someterse a una profunda restauración.
El logo elegido para promocionar y ser la imagen del centro según su creador ha explicado, nace mediante la integración de dos elementos – uno arquitectónico y otro orgánico. Tiene cabida por un lado una alusión al edificio que alberga el CEICUH, concretamente la silueta del patio trasero, cuya asimetría y singularidad arquitectónica lo hace fácilmente reconocible. Por otro lado, el limonero, que representa lo vivo, lo fértil, lo cambiante.
La intención del diseñador, según su exposición de argumentos, no es ofrecer una mirada nostálgica hacia el pasado, sino una imagen de institución viva que debe crecer, madurar y evolucionar, adaptándose al latido del pueblo e inspirando a sus habitantes para dar forma al futuro.
Del mismo modo, el árbol nos recuerda una de las características fundamentales de la idiosincrasia meloja: la conexión con la naturaleza. La unión entre pasado y presente, también han quedado reflejadas en la unión de dos tipografía de letras.
El ganador del concurso, que se embolsa 400 Euros, es vecino de Lucena aunque con mucha conexión con el municipio, donde ha residido durante años.