El plazo de licitación del proyecto de espectáculo de agua, luz y sonido en el río Bembézar terminó su plazo de presentación. En este periodo tres empresas se presentaron interesadas en encargarse del proyecto y actualmente el ayuntamiento trabaja en la selección de una de ellas.
Alejandro Tamarit explica que “se espera que se pueda adjudicar en las próximas semanas. Con lo cual la empresa que resulte finalmente adjudicataria podría ponerse a funcionar a finales del mes de mayo”
La licitación de este proyecto quedaba dividida en dos partes, la instalación de las infraestructuras necesarias, donde el plazo de ejecución es de cinco meses, y la otra parte que corresponde a la instalación de unas gradas de las cuales poder visionar el espectáculo, y el cual el plazo de ejecución es de tres meses.
“Si los plazos avanzan como deberían, esperamos que para finales de año, de este 2023, ya este en disposición de funcionar este nuevo producto. Uno muy potente de cara a atraer visitantes, por una parte porque ofrece una experiencia sensorial extraordinaria en un entorno imponente y por otra parte debido a su carácter prácticamente único ya que hay muy pocos sitios en Andalucía donde se pueda asistir a un espectáculo con estas características” explica Tamarit.
Es un proyecto que ronda los 500.00 euros de presupuesto. Para su ejecución se ha conseguido cofinanciación a través de la orden ministerial y debe ponerse en marcha en 2023. El proyecto que se ubicará en el propio río, utiliza el agua, uno de los principales exponentes de Hornachuelos, que a modo de chorros que realizan diferentes coreografías y que se iluminan con luces led, conformarán un espectáculo que tendrá la música como un protagonista más, conformando todo ello una experiencia sensorial de primer orden.
Esta actividad se ha diseñado para generar un impacto prácticamente nulo sobre el entorno. El sonido sólo lo escucharán a través de cascos individuales, las personas que estén en las gradas que se habilitarán para ver el espectáculo y las luces sólo incidirán sobre los chorros de agua con lo cual el impacto sólo se limitará al ruido que generen los chorros de agua al caer sobre el propio río.