El delegado de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Rafael Martínez, ha visitado el Parque Natural Sierra de Hornachuelos para dar a conocer la Ruta Cicloturista ‘Dehesas de Sierra Morena’, en el entorno de la Reserva de la Biosfera homónima.
Como ha explicado Martínez, esta iniciativa es “apuesta de la Junta de Andalucía para fomentar el cicloturismo en el marco del uso público en los parques naturales”. La Ruta Cicloturista ‘Dehesas de Sierra Morena’, de unos 300 kilómetros de recorrido, abarca desde la localidad onubense de Encinasola hasta Posadas, en la provincia de Córdoba.
El delegado de Sostenibilidad ha explicado que dos etapas de la ruta discurren por el Parque Natural de Hornachuelos. En concreto, la etapa 6 entre Las Navas de la Concepción en Sevilla y Hornachuelos, de 41 km de longitud, y la Etapa 7 entre Hornachuelos y Posadas, de 28 kilómetros de longitud, donde finaliza el recorrido.
Martínez ha puesto de manifiesto el trabajo realizado para señalizar el recorrido, mediante la “instalación de señales identificativas y orientativas de la ruta, así como de inicio y fin de cada etapa”. Asimismo, se han colocado otras informativas para el visitante que coinciden con puntos de interés que se encuentran a lo largo de la ruta, como es el caso de la aldea de San Calixto o el embalse del Bembézar, entre otros.
Estas actuaciones han supuesto una inversión superior a los 40.000 euros, financiadas a través del Proyecto europeo CICLOSEND_SUR que lidera la Junta de Andalucía, mediante el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Portugal 2014-2020 (POCTEP). Su objetivo es el fomento de una actividad turística de bajo impacto ambiental que suponga un crecimiento económico y social en la zona.
El cicloturismo es una práctica en auge en el contexto europeo en el que se desarrolla el proyecto CICLOSEND_SUR y fomenta la transición energética, la reducción de las emisiones contaminantes o la recuperación de hábitos de vida saludables. Por estos motivos, la Junta incluye esta práctica en la oferta turística de los espacios protegidos, como una apuesta con perspectivas de futuro.
