La Subasta de la Reina de los Ángeles ya forma parte del Atlas de Patrimonio Inmaterial de Andalucía.
El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) continúa incluyendo registros al Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía, un mapa para la documentación, difusión y salvaguarda del patrimonio intangible andaluz, en el que ya hay registradas miles expresiones culturales, ahora uno de ellos corresponde a Hornachuelos.
El Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía constituye un proyecto de amplia cobertura territorial y funcional, dirigido a la salvaguardia del patrimonio inmaterial de Andalucía mediante acciones de conocimiento, valorización y fomento del Patrimonio Cultural Inmaterial andaluz.
El proyecto del IAPH, dependiente de la Consejería de Cultura, se puso en marcha en 2009 y engloba tanto elementos culturales como rituales festivos, actividades culinarias, tradiciones orales, oficios y saberes y el registro visual de estas expresiones vivas del patrimonio cultural.
El proyecto cuenta con una vertiente audiovisual muy importante al tratarse de actividades dinámicas para las que el registro en vídeo constituye una de las mejores fórmulas para documentar y difundir estas manifestaciones culturales.
Según el Atlas, el Patrimonio Cultural Inmaterial lo constituyen los «usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este Patrimonio Cultural Inmaterial, que se transmite de generación en gene[1]ración, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana».
Andalucía cuenta con un pasado multicultural que conforma los fuertes cimientos sobre los que se construye su identidad cultural. Una gran cantidad de expresiones culturales vivas y dinámicas son parte del patrimonio inmaterial andaluz. El patrimonio cultural inmaterial de Andalucía, refuerza los sentimientos de identidad y continuidad simbólica de los colectivos sociales andaluces, favorece procesos de creatividad colectiva, cohesión y diálogo social, respeto a la diversidad cultural y capacidad de socialización.
Conscientes de los valores y riesgos del patrimonio cultural inmaterial en Andalucía, desde El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, se planteó en el año 2008 la realización del Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía.
El objetivo general y principal del proyecto es determinar las mejores fórmulas de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial andaluz, en el sentido amplio que entiende la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial (UNESCO, 2003).
Respecto a la subasta se puede leer en el Atlas la información que podemos leer a continuación.
La tradicional subasta de la Reina de los Ángeles, que se celebra tras la procesión de la virgen el 2 de agosto en la localidad de Hornachuelos, tiene por objeto la recaudación de fondos para la hermandad y así poder sufragar el mantenimiento del culto y la capilla de la patrona durante el año. En la subasta participan un gran número de vecinos y vecinas del municipio, o bien donando objetos para la puja o bien ofreciendo dinero a cambio de ellos. Muchos de los objetos por los que se puja tienen un valor simbólico como los gladiolos, los nardos y la famosa ensarta de diamelas. Una vez que la procesión termina y regresa a la iglesia da comienzo la «subasta» en el patio delantero. El «hermano subastador» se sube a un atril desde el que va mostrando los distintos objetos y va cantando los precios de salida, dando comienzo a las diferentes pujas. Cada vez que se sube el precio de la puja por alguna de las personas asistentes se lanza un vítor a la virgen en agradecimiento, «Viva la Reina de los Ángeles Coronada. Viva». El subastador en ocasiones improvisa y añade un «viva mi pueblo y su gente» o un «viva» por algún vecino o vecina, al que añade un «viva a todos los que estamos y a los que no están». En primer lugar se subastan los objetos donados. La tipología de objetos a subastar ha cambiado con respecto a hace unas décadas. Hasta finales del siglo XX, mayoritariamente, se subastaban dulces caseros, productos de la huerta, piezas de caza menor como perdices, zorzales o conejos, objetos de labor como colchas de croché, sábanas y mantelerías bordadas, encajes de bolillos, así como otras artesanías propias de la zona como utensilios de corcho u objetos decorativos realizados con cuerno de ciervo. Hoy día, algunos de estos objetos se han remplazado por décimos de lotería, cestas de frutas, lotes de material de papelería, pequeños electrodomésticos e incluso consumiciones para los locales de restauración. Algunos objetos se quedan sin adjudicar y estos serán almacenados hasta el año siguiente. En el caso de que se trate de alimentos se dona a Cáritas. Las donaciones en su mayoría provienen de establecimientos comerciales del pueblo o de los vecinos y vecinas a nivel individual, así como de algunas asociaciones o colectivos. Sin embargo, serán las ensartas de diamelas las más cotizadas y representativas de la subasta. Es aquí donde antiguamente las familias con mayor estatus social realizaban grandes pujas para señalar su lugar y su gran poder adquisitivo. La mayor puja de las últimas décadas ascendió al equivalente hoy día de 6.000Euros. La subasta de las ensartas se realiza una vez acabada la subasta de todos los objetos donados, lo cual puede hacer que la jornada se alargue bien entrada la madrugada. Las ensartas de diamelas han pasado por las manos de la virgen lo que hace que adquieran una importante simbología de protección. De este modo, la persona que se obtiene en subasta las ensartas de diamelas deja gran parte de ellas a la virgen y las otras se las queda, o bien para su propia protección y la de su casa o las regala a un familiar enfermo o anciano para que le de salud. Hoy día, en su mayoría mujeres, confeccionan las ensartas que van entregando durante los días de novena para que sean colocadas en las manos de la virgen. Por último, una vez adjudicadas las ensartas se subastan los «varales», denominación local de las andas del trono. Los varales se suelen adquirir por un grupo de personas que pujan en común para sostener un varal en concreto. De esta forma, la virgen es portada en su trono hacia el interior de la iglesia por vecinos y vecinas del pueblo, dando por finalizadas las celebraciones entorno a la Patrona.
Se puede acceder a la ficha de esta tradición en este enlace. Subasta en honor a la Reina de los Ángeles – Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía – IAPH