Ayuntamiento de Hornachuelos

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Enresa responde a las preguntas de los melojos sobre las instalaciones de El Cabril

19 de abril de 2018

Con motivo de acercar El Cabril al ciudadano para así mantener informada a la población y crear mayor transparencia, el Ayuntamiento de Hornachuelos y Enresa, ha puesto en marcha una serie de reuniones, la primera de ellas tuvo lugar el pasado 12 de abril y uno de los puntos más importantes tenían que ver con dar respuesta a las preguntas de los vecinos y entidades que han querido hacer llegar a Enresa.

Entre estas preguntas se encontraba la fecha de cierre de la instalación de El Cabril o la posibilidad de su ampliación. Enresa ha explicado que la fecha de cierre de la instalación viene determinada por su capacidad de almacenamiento. La Autorización de Explotación del Centro, concedida por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio tras el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear, faculta a Enresa a almacenar residuos hasta que se complete su capacidad, estableciendo el número de celdas autorizadas en: 28 para la gestión definitiva de residuos de baja y media actividad y 4 para residuos de muy baja. De estas 32 celdas de almacenamiento, queda pendiente por construir el segundo nivel de almacenamiento de 2 de las celdas destinadas a almacenar residuos de muy baja y otras 2 estructuras completas, también para residuos de muy baja actividad. Una ampliación de esta capacidad de almacenamiento debe ser abordada en el marco de las líneas de actuación marcadas en el Plan General de Residuos Radiactivos que aprueba el Gobierno.

Los melojos también se han interesado por la inexistencia de un plan de emergencia exterior, a lo que Enresa ha explicado que la legislación vigente establece la obligatoriedad de un plan de emergencia exterior en aquellos casos en los que pueda haber liberación de material radiactivo que supongan la activación de medidas de protección, más allá de los límites de la Instalación Nuclear. En el caso del Centro de Almacenamiento de El Cabril, los análisis de seguridad realizados y evaluados por el Consejo de Seguridad Nuclear concluyen que, en los posibles sucesos que pudieran desencadenar una situación de emergencia, no se produciría la liberación de material radiactivo en cantidades tales que hicieran necesario tomar medidas de protección en el exterior. De acuerdo con la normativa en vigor – Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas- tanto el estudio de seguridad de la Instalación, como las medidas previstas para hacer frente a las condiciones de accidente, fueron evaluados por el Consejo de Seguridad Nuclear de forma previa al otorgamiento de la Autorización de Explotación y son objeto de comprobaciones periódicas a través de inspecciones por el Organismo Regulador.

Otra de las inquietudes planteadas por los vecinos de Hornachuelos, ha hecho referencia a la necesidad de un estudio epidemiológico en el municipio en los municipios de al menos un radio de 50 kilómetros. Enresa ha dicho que haciéndose eco de una demanda social sobre el impacto de las instalaciones nucleares en la salud de las personas, el Pleno del Congreso de los Diputados, en su sesión de 9 de diciembre de 2005, aprobó una Proposición No de Ley (PNL) por la que instaba al Gobierno (los responsables del estudio fueron, el Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovación y el Consejo de Seguridad Nuclear) a realizar un estudio epidemiológico considerando, entre otros, los siguientes aspectos: el alcance del estudio debía incluir todas las instalaciones nucleares y sus entornos próximos, analizando los posibles efectos en la salud de la población, el Consejo de Seguridad Nuclear debía colaborar, aportando la información necesaria para valorar la exposición a radiaciones de la población, tanto de origen artificial (instalaciones) como de origen natural , se debía garantizar la independencia en la investigación y la máxima transparencia en el desarrollo de las actividades. Las conclusiones y resultados de este estudio pueden ser consultados en una monografía publicada en la web del Consejo de Seguridad Nuclear: https://www.csn.es/estudio-epidemiologico

Otro de los temas que los vecinos pusieron sobre la mesa, tiene que ver con la prohibición de realizar vertidos de la instalación en arroyos y ríos, así como la prohibición de incinerar residuos de El Cabril. Enresa ha explicado que a diferencia de otras instalaciones nucleares, El Cabril no está autorizado a realizar ningún vertido líquido con contenido radiactivo. Cualquier vertido a realizar debe ser previamente analizado, siendo los límites aplicables los mismos que los establecidos por la legislación para el agua de consumo humano. En relación al funcionamiento del sistema de incineración, además de los controles de vigilancia implantados en la propia Instalación, éste está sujeto a las inspecciones y verificaciones que periódicamente realiza el Consejo de Seguridad Nuclear como órgano competente en materia de protección radiológica y empresas inscritas en el Registro de Entidades Colaboradoras de la Junta de Andalucía en materia de Calidad Ambiental.

Otra de las cuestiones planteadas por los melojos, hace referencia al descenso de población desde que se dio el permiso de instalación a El Cabril. En este sentido, Enresa ha explicado que para identificar los principales factores que influyen en la evolución demográfica, es necesario la realización de estudios estadísticos, establecimiento de indicadores de diferente naturaleza, etc., de acuerdo a una metodología previamente definida, no correspondiendo a Enresa realizar este tipo de estudios. Se tiene constancia por la información editada en diversos medios, a partir de los datos publicados por INE, que la pérdida de población en la provincia de Córdoba no afecta sólo a un número reducido de municipios y que la zona en la que esta tendencia es más acusada es la zona norte de la Provincia.

Otra de las dudas planteadas por la ciudadanía, tienen que ver con el almacenamiento de uranio. En este sentido Enresa ha explicado que las condiciones establecidas en la Autorización de Explotación del Centro de Almacenamiento, facultan a Enresa a recibir, tratar, acondicionar y almacenar de forma definitiva, residuos radiactivos de muy baja, baja y media actividad cuya actividad sea debida principalmente a la presencia de radionucleidos emisores beta o gamma de periodo inferior a 30 años y cuyo contenido de radionucleidos de vida larga, como es el caso del uranio, se encuentre por debajo de unos límites autorizados y que vienen fijados en dicha Autorización. Dichos límites son objeto de comprobación de forma previa a la aceptación de los residuos. Además, inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y de EURATOM realizan regularmente inspecciones del material nuclear almacenado en el centro de almacenamiento de El Cabril, con objeto de verificar el control y la segura y adecuada gestión de dicho material.

También se habló a colación de las preguntas planteadas, del “Libro Blanco del Desarrollo Sostenible de los Municipios del entorno de El Cabril: la contribución de la perspectiva social “.  Enresa ha explicado que  fue apoyado financieramente por la ya extinta Fundación Enresa. El mencionado documento forma parte del resultado de una investigación aplicada realizada por personal de la Cátedra de Medio-Ambiente Enresa-UCO. Este libro blanco no fue, por tanto, un plan de desarrollo sostenible, ya que cada municipio dispone (o debe disponer) de su propio modelo, plan o estrategia de desarrollo sostenible.

Se han preocupado lo vecinos, por saber si podrían almacenarse residuos de alta actividad en El Cabril. Enresa explica que los residuos de alta actividad son aquellos que contienen concentraciones apreciables de radionucleidos emisores alfa de vida larga y/o emisores beta-gamma con periodos de semidesintegración superiores a 30 años, que pueden generar calor por efecto de la desintegración radiactiva, dada su elevada actividad específica. El Cabril sólo tiene autorización para almacenar residuos de muy baja, baja y media actividad.

Una de las empresas que trabajan con la miel en Hornachuelos, se muestra preocupada por cómo puede afectar a la imagen de la miel de Hornachuelos las instalaciones de El Cabril.  En este sentido Enresa se remite al Programa de Vigilancia Radiológica Ambiental implantado, que contempla el análisis de más de 1.000 muestras tomadas en el entorno de la Instalación y que son analizadas por laboratorios externos, pone de manifiesto que la operación de la Instalación no ha modificado las condiciones radiológicas que existían en el mismo antes de su puesta en funcionamiento por lo que no hay razón objetiva para tal sospecha.

Al margen de estas preguntas y respuestas, el  presidente de Enresa pone a disposición de cualquier vecino que así lo desee, el portal de transparencia de la página web de ENRESA.

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