Ayuntamiento de Hornachuelos

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Hornachuelos agradece el trabajo de estudio del ánfora con el poema de Virgilio que vuelve a poner a la localidad en la palestra informativa

En nuestro municipio se ha hecho un descubrimiento bastante sorprendente, un hallazgo del poeta Virgilio, que ha vuelto a sacar el nombre de Hornachuelos a la palestra. Una noticia de calibre ya que se ha difundido por todo el país, y seguro que también se hará dentro de la comunidad científica.

Ha aparecido, por primera vez, un poema de Virgilio en los restos de un ánfora de aceite de la Bética romana, fabricada hace unos 1.800 años, algo que ha podido constatar, tras siete años de trabajo, un equipo internacional de arqueólogos, evidenciando la excepcionalidad de la pieza hallada en plena Campiña cordobesa y presentarla en la revista ‘Journal of Roman Archaeology’, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).

Un fragmento que mide seis centímetros de ancho y ocho de largo y cuya excepcionalidad radica en que nunca se ha documentado versos del autor de La Eneida en un ánfora destinada al comercio de aceite. Los investigadores descubrieron que se trababa de algo insólito, un texto de Virgilio escrito en la zona inferior de la ánfora, probablemente sin intención de que nadie reparara en ellos, sólo como una muestra de conocimiento y cultura de la persona que lo hiciera, lo que muestra cierto grado de alfabetización de un área rural como fue esta zona de la vega del Guadalquivir.

De la costumbre al asombro

En un primer momento, el equipo de investigación del proyecto ‘Oleastro’, de las universidades de Córdoba, Sevilla y Montpellier (Francia) no se sorprendió al recibir el fragmento de la mano de Francisco Adame, vecino de la aldea de Ochavillo, la persona que reparó en el trozo de ánfora cuando paseaba por la zona del arroyo de Tamujar, en un área muy cercana a la aldea colona de Villalón.

El equipo de investigación no se sorprendió porque, de hecho, aparecen palabras impresas en las ánforas y son estos datos impresos, como productores, cantidades o fiscalización, los que han permitido a la arqueología recomponer la historia del comercio agrícola del Imperio romano.

Los autores del trabajo publicado por la revista Journal of Roman Archaeology, de la Universidad de Cambridge, tienen  como investigador principal Iván González Tobar, doctor por la Universidad de Córdoba, y también Juan de la Cierva investigador en la Universidad de Barcelona y contratado por la Universidad de Montpellier en el momento del hallazgo.

En la epigrafía se leen los siguientes fragmentos de palabras: ‘S / vais / avoniam / glandemm / arestapoqv / tisaqv / it’

Los investigadores los han superpuesto para hacerlos coincidir con fragmentos de los versos séptimo y octavo del primer libro de las Geórgicas, un poema de Virgilio dedicado a la agricultura y la vida en el campo. Una carta de amor a la naturaleza y a los animales escrito en el 29 a.C., y que dice en tales versos:

C[ambió] la bellota aonia por la espiga [fértil] [y mezcl]ó

el ag[ua] [con la uva descubierta]

La originalidad de la pieza

Virgilio fue el poeta más popular de su época y de muchos siglos después. La Eneida era enseñada en las escuelas y sus versos escritos habitualmente como un ejercicio pedagógico para muchas generaciones. 

Por eso es habitual encontrarlos en restos de materiales cerámicos de construcción y por eso muchos autores le han otorgado a esas tablillas funciones educativas -los escolares romanos escribían a Virgilio en sus pizarras- y funerarios.

La cuestión en este caso es ¿por qué en un ánfora?, ¿y por qué las Georgicas y no la Eneida?, y ahí es donde los investigadores del proyecto se dieron cuenta de que aquel diminuto trozo de cerámica podría ser una pieza verdaderamente única y con un extraordinario valor, ya que nunca se han documentado versos de Virgilio en un ánfora destinada al comercio de aceite.

Sobre el origen, los investigadores plantean varias posibilidades: que lo hiciera un trabajador especializado del establecimiento con cierto grado de alfabetización o personal de las villas cercanas relacionado con alguna familia aristocrática propietaria de la industria.

Además dejan abierta la posibilidad a que lo hiciera algún trabajador infantil, de los que se ha documentado previamente su existencia habitual en este tipo de establecimientos. En cualquier caso, los versos del ánfora de Hornachuelos constituyen una pieza única con muchas más preguntas que responder.

Desde el Ayuntamiento, el responsable de Patrimonio, Esteve Molina ha querido agradecer al arqueólogo Iván González Tobar, y a los que han trabajado con él, entre ellos nombrar a las universidades de Córdoba, Barcelona, Islas Baleares, de Paul-Valéry Montpellier, por la gran labor desarrollada en la puesta de los alfares de nuestra comarca, también a Francisco Adame, presidente de la Asociación de la Puesta en Valor del Patrimonio Histórico de Ochavillo del Río, quien encontró el grafito.

El Delegado de Patrimonio ha explicado que de este grafito podemos sacar múltiples lecturas e interpretaciones de la historia de nuestro pueblo, comarca y Andalucía. El elemento fue encontrado en el término municipal de Hornachuelos, pero a 700 metros de Villalón, un pueblo que se encuentra a 15 kilómetros, “problemas de tener un término municipal tan extenso” señala Molina.

“A veces se confunden los periodistas y en prensa parecen noticias de yacimientos que están en nuestro pueblo, pero dicen erróneamente que están en Fuente Palmera, Palma del Río u otra localidad” aclara el delgadado señalando que “lo que está en Hornachuelos es de Hornachuelos, como es el caso, por ejemplo, de este descubrimiento”.

El responsable de Patrimonio ha aprovechado la ocasión para agradecer la confianza depositada por el alcalde para ponerlo al frente de esta delegación “me siento muy orgulloso de que el alcalde haya contado conmigo para esta delegación. De la cual Hornachuelos es un ejemplo a seguir, un referente en toda la provincia de Córdoba, e incluso podríamos decir que hasta de Andalucía”.

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