La Asociación meloja Victoria Díez es una asociación cultural que tiene casi todas sus actividades centradas en Mesas de Guadalora pero que colaboran y participan activamente en actividades de voluntariado más allá de sus fronteras y más ahora en este momento en el que nos encontramos en el que la solidaridad es primordial.
Hablamos con Trini Moreno que es secretaria de la entidad y la coordinadora de las actividades que pone en marcha la entidad.
No son pocas las actividades que organiza la asociación, no obstante, en esta época de pandemia como el resto de asociaciones las actividades se han visto mermadas.
La asociación explica Trini, se ha paralizado desde el inicio de la pandemia y hasta febrero de este año. En esa fecha han comenzado a trabajar con todas la medidas del protocolo COVID.
Es una asociación sin animo de lucro que es registrada y reconocida por las administraciones publicas correspondientes en el año 2005, hace 17 años y esta dedicada a la formación, a la creatividad, la cultura de las mujeres rurales, según explica su secretaria. Se afinca en Mesas de Guadalora porque cuando se creó la asociación, el alcalde de aquel año que era Julián, dijo que los poblados estaban menos atendidos.
Esta asociación también comenzó a moverse en Céspedes y a Bembézar algunos años pero al final, todo se quedo en un aula que se cedió en Mesas y es allí donde reside actualmente el centro que es donde se guardan todos los materiales inclusive un horno.
En la asociación participan todas las mujeres rurales, a veces hombres y niños también, pero gente de todo el municipio explican desde la asociación.
Cuando se funda se contaba con 50 socios fundadores y colaboradores. A raíz de la pandemia se cuenta con menos personas, pero aun así, ha habido días antes de la pandemia que han asistido 20-25 personas según el taller a realizar. El horario de asistencia es libre para que cada persona pueda entrar y salir según sus necesidades.
Desde la asociación, que se financia con algunas donaciones y con las subvenciones del ayuntamiento, se habla de la mujer rural como mujeres que a veces, “tienen que trabajar en el sector agrícola, pero cuando vienen, se arreglan y se vienen al taller y eso es muy bonito, porque para ellas en el taller encuentran un bien estar, un sitio de encuentro, de convivencia y les encanta lo que hacemos”, dice Trini Moreno.
Pero su iniciativa estrella, una de las más llamativas y solidarias tiene que ver con la realización de cojines especiales para mujeres que se encuentran en el post operatorio de un cáncer de mama.
Esta iniciativa nace en el mes de octubre tras una visita junto a la monitora de patchwork al Hospital Virgen Macarena de Sevilla porque fue operada de cáncer de mama. La visita fue para un taller que se realizaba para ver la movilidad del brazo afectado de esa mama. Allí, en todas las consultas había colgado un cojín con forma de corazón de textura muy blandita, se usa para colocar el brazo. Al parecer estos cojines son escasos y sólo había uno de muestra. Y es que a raíz del COVID-19 no se había recibido ninguno.
Este cojín, lo crea la jefa de oncología de un hospital de Dinamarca y patenta su idea. Su trabajo se extiende en Palma de Mallorca en el año 2009 impulsado por una doctora del Hospital Universitario de Palma de Mallorca. Se ha investigado y constatado la eficacia que tiene durante el post-operatorio.
En ese momento, las dos componentes de la asociación decidieron realizar cojines para donarlos al hospital Virgen de la Macarena.
Con telas colorida y que cumplen los requisitos que se necesitan, se comenzaron a confeccionar estos cojines lo que supuso mucha ilusión por parte de las socias que trabajaron duro para poder fabricar el máximo número posible de cojines.
De momento han confeccionado cerca de una cuarentena entre aproximadamente una docena de mujeres.
Desde la asociación se hace un llamamiento a todas aquellas que quieran participar en los talleres y de los ratitos de convivencia que poco a poco se van recuperando.
