Los vecinos de la localidad de Hornachuelos esperan expectantes el resultado de esta historia. Y es que están pendientes de las labores que realizan las autoridades competentes desde Medio Ambiente para localizar y capturar una posible serpiente de grandes dimensiones que podría campar a sus anchas por la zona conocida popularmente como “El Cambuco”.
Desde el Ayuntamiento de Hornachuelos se ha publicado un comunicado en el que “se pone en conocimiento de los vecinos, la posible presencia de una serpiente de grandes dimensiones”, lo que ha desatado el miedo para muchos y la curiosidad para otros.
Al parecer desde la semana pasada se alertó a Medio Ambiente del encuentro fortuito por parte de un vecino de lo que conocemos como una “camisa de serpiente”, que no es más que la muda de la piel del animal que realiza de manera periódica.
A partir del encuentro, se puso en conocimiento de la Policía Local la situación, y la “camisa” ha sido estudiada por especialistas que parecen haber considerado que pueda tratarse de la funda de un ejemplar de boa y teniendo en cuenta las dimensiones de los restos encontrados podría medir más de 4 metros.
Una vez conocido esto, el ayuntamiento ha alertado a la población, ya que la zona en la que se ha encontrado es una zona muy frecuentada por los vecinos en verano, por ser un lugar donde existe una pequeña presa y se permite el baño. Es una zona húmeda y con vegetación en la que el ejemplar podría haber encontrado su hogar.
Las hipótesis que se barajan hasta el momento hablan del posible abandono del animal en el lugar, ya que no es una especie que viva en España pero sí una especie con la que habitualmente se comercia y se cría como mascota.
Hay que ser cautos y en todo caso mantener la precaución, aunque habrá que esperar a que aparezca o no la serpiente.
Las boas.
Las boas son serpientes que pertenecen a una familia tropical de serpientes no venenosas. Se trata de animales fuertes y de gran tamaño, normalmente unos 5 o 6 metros, aunque a veces ha llegado a medir incluso 10 metros.
Su lugar habitual son las zonas húmedas de los bosques. Alguna es acuática, como es el caso de la anaconda. Por norma general, son animales de hábitos nocturnos y todas matan a sus presas ahogándolas al enrollarse alrededor.
Las boas se clasifican en dos familias, los pitones y las boinae. La serpiente boa no tiene colmillos y no es venenosa. Además, no suele atacar al hombre. Su principal función en el ecosistema es reducir los roedores que afectan principalmente a la agricultura.
Las boas es un animal amenazado, ya que su número que ha ido reduciendo considerablemente con el tiempo, por lo que su población debe ser controlada.
La boa constrictora tiene un tamaño inferior al de la anaconda, sobre los 3 o 5 metros. Su color puede variar entre el canela, el pardo oscuro y el negro, que corresponden a los colores de los árboles por los que se desliza este animal. La boa es una serpiente mansa, todo lo contrario a su familiar la anaconda. La boa constrictora es la segunda serpiente en tamaño que existe en América, es un animal que se domestica con facilidad.
Aún así, tiene varias características comunes como que son constrictoras y no venenosas. Ambas pueden estar dentro del agua y son buenas nadadoras, aunque la boa prefiere el medio terrestre.